martes, 31 de enero de 2017

JUEGO AVANZADO

Aquí entran a formar parte del juego otras variables que añadiremos a la partida lanzando nuevamente los dados después de que estos ya hayan designado qué personaje debe representar el actor. Se deja libertad a los miembros de la pareja que vayan añadiendo una o más variables, a elección de ellos de manera consensuada. También elegirán cuál de los miembros lanza el dado para definir cada variable. Cuantas más variables o factores entren en juego, más complicada será la actuación o el actor se verá obligado a caer en las penalizaciones o deberá recurrir al juicio.
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martes, 24 de enero de 2017

10 errores que cometemos en la cama


Aunque parezcan muy tópicos, lo cierto es que casi todos caemos alguna vez en ellos. Y, aunque cada pareja determina la importancia y la frecuencia de los encuentros sexuales en su relación amorosa, no está de más recordar algunos errores típicos que, casi todos, cometemos alguna vez en la cama. 

1. Creer que el 'sexo de verdad' es la penetración 
Esto nos limita y empobrece nuestra vida erótica ya que sólo le damos importancia a los genitales y a una práctica en concreto, dejando de lado el resto de opciones: sexo oral, masturbación, caricias, besos, masajes eróticos, etc. Prueba a ampliar la variedad en los encuentros sexuales y disfrutar de cada uno de ellos como una relación sexual plena. 

2. Compararnos con cosas que hemos leído, visto u oído
Esto nos puede llevar a tener expectativas erróneas y a sentirnos presionados. Debemos tener en cuenta que cada persona es diferente y que no nos gusta lo mismo a nivel sexual; es por ello que debemos hacer lo que realmente nos apetece y nos hace sentir cómodos con nuestra sexualidad.

3. Pensar que el placer de mi pareja depende de mí
Es importante saber qué le gusta a mi pareja y ponerlo en práctica, pero el placer de cada uno es una responsabilidad propia y no de la pareja. Por tanto, es importante conocernos para saber qué nos gusta y poder así comunicárselo a la otra persona y disfrutar más.

4. Pensar que el deseo debe surgir de forma espontánea
Esto nos lleva a tener una actitud pasiva, cuando realmente el deseo es algo que muchas veces tenemos que favorecer para que surja. Por tanto, si mi deseo cambia a lo largo de mi relación de pareja puedo provocarlo fantaseando o llevando a cabo actividades que hagan que mi deseo aumente.

5. Dar excesiva importancia al orgasmo o la duración de la relación sexual
El objetivo principal de las relaciones sexuales suele ser disfrutar y pasarlo bien; en este caso, durar más o menos no es lo importante, así como tampoco lo es el orgasmo. Es fundamental disfrutar de la relación sexual en sí, independientemente del tiempo que dure o de que se alcance o no el orgasmo, ya que estos dos factores no son los únicos que tienen que ver con la satisfacción sexual. El camino que se recorre es igual o más importante que el final.

6. Priorizar la cantidad de relaciones sexuales por encima de la calidad
Más que el número de veces que se mantienen relaciones a la semana o al mes, lo más importante es que dichos encuentros sean satisfactorios. No es conveniente considerar que hay que hacer el amor 'porque toca' o 'porque hace mucho que no lo hacemos. Si tenemos en cuenta la calidad de nuestras relaciones sexuales y nos centramos en darnos placer, eso aumentará la probabilidad de que se desee repetir en el futuro.

7. La rutina
Hacer siempre lo mismo, de la misma manera o en el mismo lugar es algo que puede agradar a algunas parejas, pero no a todas. A algunas les puede generar aburrimiento o falta de estimulación. Por ello es importante buscar nuevas opciones como, por ejemplo, hacerlo en otra parte de la casa o fuera de ella, no programar siempre los encuentros sexuales, variar las posturas, incluir algún juguete y todo lo que se nos ocurra y apetezca, buscando un consenso con nuestra pareja de forma que nos pueda resultar agradable a ambos.

8. Tener prisa
Aunque en algunos casos puede ser placentero y excitante, en otros puede resultar verdaderamente incómodo e incluso doloroso. Es importante consensuar con la pareja para saber si nos apetece un encuentro más rápido o por el contrario nos apetece más relajarnos y entregarnos al momento. Además, las prisas en muchas ocasiones no nos dejan abandonarnos y centrarnos en el presente.

9. No estar centrados en el presente
Estar pensando en algo no erótico que sucedió en otro momento o que pudiera suceder nos distrae del presente. Por ello es recomendable intentar desconectar en el momento de los encuentros eróticos y centrarnos en lo que sentimos y hacemos, si nos gusta o no, en alguna fantasía sexual, etc. y darle importancia al momento en vez de pensar en lo que pasó o en las cosas que tengo que hacer mañana.

10. Creer que a todas las parejas que tengas les gustará lo mismo 
Ni a todas las personas nos gusta lo mismo, ni tiene por qué gustarnos lo mismo durante toda nuestra vida. Por tanto, debemos tener en cuenta que la comunicación es fundamental en estos casos. Preguntar y averiguar qué le puede gustar a mi pareja sexual y que esta sepa lo que me gusta a mí, es muy importante porque jugar a las adivinanzas puede acabar frustrándonos.

FUENTE: Muy Interesante
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martes, 17 de enero de 2017

EVALUACIÓN


Es el acto tras el cual se da por finalizada la partida. Una vez hecha y valorada la actuación, completadas o ejecutándose ya las sanciones del juicio, se debe proceder a evaluar la partida, analizando el comportamiento del actor y del juez y todas sus respectivas sensaciones, sentimientos, opiniones, etc. Es el momento de compartir qué les ha satisfecho más, o qué les ha disgustado, si algo les ha sorprendido; hacer sugerencias para la siguiente partida o para la próxima vez que cualquiera deba representar ese mismo personaje, aclarar lo que se haya podido decir, etc.
No conviene dejar pasar demasiado tiempo hasta realizarla para tener la actuación reciente y poder evocar mejor todo esto.
Por otro lado, si así se considera entre la pareja, como otra manera de evaluar la acción, también se puede registrar a modo de diario o bitácora qué hemos hecho y como nos hemos sentido cada uno en la partida del juego, juntos o por separado, en este caso, dejándolo después a leer a la pareja para mejorar el conocimiento y la confianza.
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martes, 10 de enero de 2017

El secreto para una vida sexual feliz

El secreto para tener una vida sexual feliz en nuestras relaciones a largo plazo reside en creer que la satisfacción sexual en pareja es algo que precisa de trabajo y esfuerzo, según un estudio publicado recientemente en la revista Journal of Personality and Social Psychology por un grupo de psicólogos de la Universidad de Toronto (Canadá).
Sin embargo, no resulta raro encontrar a personas que creen lo contrario: que esa satisfacción sexual llegará sin más si hemos dado con la que consideramos nuestra verdadera media naranja. Hollywood es uno de los factores que nos han influido a la hora de alimentar la creencia en ese concepto de "alma gemela".
Este estudio canadiense, en el que participaron unas 1.900 personas –heterosexuales y homosexuales–, viene a decir que tienen más posibilidades de tener una vida sexual feliz y duradera las personas que creen en la necesidad de trabajar en el crecimiento sexual, de conocer a la pareja y de conocerse a sí mismo, de experimentar, que aquellas que se limitan a confiar en el destino y en que por el mero hecho de creer que se ha encontrado a la media naranja todo funcionará bien en el dormitorio desde el principio.  
"Las personas que creen en el crecimiento sexual no solo creen que pueden trabajar en sus problemas sexuales, sino que no permiten que estos afecten a la satisfacción que sienten por su relación de pareja", explica Jessica Maxwell, estudiante de doctorado en el departamento de Psicología de la Facultad de Artes y Ciencias.
Según Maxwell, existe una fase de luna de miel que dura de dos a tres años y en la que la satisfacción sexual es alta tanto en aquellos que creen en el crecimiento sexual como en aquellos que, por confiar en que han encontrado a su alma gemela, piensan que todo debería funcionar bien. Sin embargo, los beneficios de pertenecer al primer grupo se hacen mucho más evidentes tras esta fase inicial, cuando el deseo sexual puede comenzar a fluctuar.
"Sabemos que las desavenencias en el terreno sexual son algo inevitable con el paso del tiempo", dice Maxwell. "Tu vida sexual es como un jardín, y necesita ser regada y nutrida para mantenerla", añade la directora del estudio.
Curiosamente, aunque las mujeres son más proclives a consumir historias románticas y de almas gemelas en el mundo de la literatura, el cine o la música, el estudio explica que son a la vez más propensas a creer que las relaciones sexuales de pareja, en una relación a largo plazo, son algo que requiere de esfuerzo.

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martes, 3 de enero de 2017

PERSONAJES


El actor es quien debe representar el personaje que al azar designen los dados:
1. COMPLACIENTE: comportándose con ternura, afecto y sin groserías, en esta representación prima el deseo de la pareja (juez) y el que él quiera que le hagan o haga el actor para él, quedándose el actor sin recibir placer. Con semejante interpretación se pretende hacer ver que para amar o demostrar el amor a alguien a veces hay que sacrificarse por complacerlo y eso tampoco obliga o comporta recibir la propia satisfacción.
2. CREATIVO: el actor debe buscar la innovación en el acto, introduciendo materiales, ropa, posturas, técnicas, comidas, lugares... jugando con los sentidos como la vista, el oído, el olfato, el gusto o el tacto; representando un personaje del cine, disfrazando o vistiendo a la pareja o a sí mismo de determinada manera... Se pretende dar más libertad para favorecer la innovación y el descubrimiento de nuevas sensaciones y experiencias.
3. FEROZ: el actor representa una acción más física, salvaje o animal, con la que se muestra posesivo, dominante y tempestuoso, con movimientos bruscos, utilizando así pellizcos, mordiscos, arañazos o palmetazos que lo llevan a exigir su propia satisfacción y no le permitirá a la pareja (juez) que llegue a la culminación de su placer. Esta actuación implica que haya un poco de contacto sexual íntimo con la pareja. No se trata de torturar de manera inclemente al otro sin permitirle ni tan siquiera alcanzar un poco de placer, sino dejarlo con ganas de llegar el orgasmo en toda su plenitud y experimentar un nivel de dolor aceptable de manera relacionada con el placer. Con semejante interpretación también se pretende que experimentemos la rudeza, además de provocar otro tipo de dolor menos físico con el deseo que queda insatisfecho.
4. MELOSO: aquí el actor debe mostrarse muy afectuoso, tierno, romántico y dulce. Puede empezar con una cena en un restaurante o preparándola él mismo; con un poco de música, un baile, un masaje, un paseo; unas bonitas palabras de afecto, un regalo... Con semejante personaje se pretende hacer ver que para amar hay que tener mucho tacto y sensibilidad, además de que la idealización del amor es así y para muchas personas les resulta todo más bonito de esta manera o es lo que esperan de una relación.
5. OBSCENO: ahora el actor debe hacer uso de un tipo de lenguaje al que quizá estamos poco acostumbrados y menos durante el encuentro sexual. También elegirá completamente la manera como quiere llevar a cabo el encuentro con posturas, materiales y todo lo que la imaginación le permita, pero el factor a tener en cuenta es el lenguaje utilizado, que debe ser un poco más vulgar. No se trata de insultar y decir cualquier palabra malsonante mientras se tiene el encuentro sexual, sino ser más descriptivo y por ejemplo ir contándole que estamos haciéndole o qué vamos a hacerle; qué nos apetece del otro; hablar de lo que se siente con sinceridad o incluso se abre la oportunidad de evocar cualquier cosa que nos desagrade del comportamiento de la pareja en partidas anteriores o en las tareas del hogar y hablarle del “castigo” que querríamos o vamos a darle, utilizando en todo esto palabras un tanto más groseras. Aquí se busca conocer y experimentar con el uso de un lenguaje sin represiones, que alimente la excitación, dado que en el oído algunas personas empiezan a “hacer el amor” antes de dar paso al contacto sexual.
6. REBELDE: el actor debe tener en mente la manera como le gustaría que se lo hicieran o le dieran placer, con una postura, en un lugar, con un determinado material o como querría que el juez se comportara según cualquier otro de los personajes del juego. Sin decírselo, se debe oponer con firmeza a que se lo hagan de cualquier otra manera diferente a la elegida, hasta que el otro lo adivine mediando hechos e intentos, nunca con palabras clarificadoras. El actor puede dar pie a una persecución por toda la casa o el lugar donde estén, o darle pistas para que la pareja encuentre el material que podría utilizar con él, como indicador del personaje a representar, hasta que el otro identifique qué quiere, como debe comportarse, donde hacerlo, qué utilizar, de qué manera, etc. Con este personaje se busca hacer ver que a veces no hay ganas de hacer determinadas actividades, a pesar de que el otro miembro de la pareja sí que quiera y también aprender a identificar otras señales físicas o de actitud.
7. “SEXY”: aquí el actor debe hacerse desear, alargando lo más posible el tiempo de espera hasta el pleno contacto sexual. Debe hacerse ver, desfilar, luciendo delante de la pareja; provocándole la excitación y el deseo mediante la exposición del cuerpo, el hecho de desvestirse poco a poco, un baile erótico, movimientos sensuales o lencería. Se trata de lucir del propio cuerpo y causar la admiración, el deseo y una excitación mediante su contemplación y espera paciente.
8. SUMISO: ahora el actor representa el estado contrario al dominante, donde se muestra dócil delante del juez, a quien pertenece y debe tener como señor suyo, estando a su disposición, obedeciéndole en todo lo que le encomiende, pero en la actuación queda acotado por el juego que no puede haber penetración vaginal (o anal en caso de homosexuales). Es el momento de aceptar su castigo por las cosas que no se han hecho bien antes. El sumiso no recibirá placer a menos que se lo suplique al juez y este se lo conceda o el amo le pida al sumiso su autosatisfacción. Tampoco se le da total libertad al amo, porque al fin y al cabo, el actor, como director del juego que es, es quien elige el lugar y qué materiales puede utilizar el amo para castigarlo y presentárselos antes del encuentro o en el mismo momento de la actuación, a no ser que él decida darle total libertad al juez. Aquí se busca practicar un poco de sexo más duro, con el que excitarnos y aportar a nuestra relación algo semejante a esta tendencia o variante de moda, además de trabajar la confianza, la entrega; experimentar el hecho de ser dominados y hacer aflorar otros sentimientos bastante distantes del romanticismo. A diferencia del personaje feroz, aquí el actor no necesariamente se debe comportar de esta manera más animal.
9. VICIOSO: el actor se muestra lujurioso, voraz y sediento de sexo, probando numerosas maniobras y posturas, cambiando a menudo de ellas: masturbación, penetración, oral... igualmente puede hacer uso del lenguaje, combinado con gritos y gemidos, haciendo acariciar el placer a menudo pero cambiando de postura o de acción para impedir el clímax demasiado pronto. Así, el actor, sin obrar con malicia, porque al fin y al cabo igualmente puede recibir después las consecuencias de esta actitud en contra suya, debe hacer vislumbrar el orgasmo al juez sin que él llegue a alcanzarlo durante al menos en tres ocasiones. Intercaladamente, el juez debería hacer lo mismo con el actor. Ahora se pretende hacer desear el orgasmo al mismo tiempo que alargarlo y retrasarlo lo más posible. Además también se busca descubrir las fronteras de la culminación del orgasmo de la pareja.
10. VIRTUAL: En esta actuación únicamente pueden existir abrazos, tocamientos, caricias y/o besos, pero no se le puede dar placer sexual a la pareja ni puede recibir del otro. Ninguno de los jugadores se puede sacar la ropa de encima. Se basa en las palabras y las imágenes. El actor debe conducir la representación mediante preguntas, confesiones, fantasías, deseos o sentimientos. Aquí aparece la oportunidad de describir detalladamente qué le gusta a cada uno o qué le haría a la pareja. Puede narrar un encuentro que haya tenido o simule haber tenido, acciones y experiencias del pasado, etc. Puede buscar en la red vídeos o fotos que compartir y que puedan dar apoyo a sus fantasías. Con este personaje, se pretende mejorar la comunicación y la confianza, abrirse al conocimiento de la pareja, además de que ayuda tener algunos aspectos en cuenta para hacer realidad sus sueños o acercarse a ellos. Así nos percataremos que a veces también se puede disfrutar más con la imaginación, las palabras y la preparación que con el propio acto sexual en sí. Por otro lado, busca quitar el mito que considera el sexo como un acto exclusivo de la unión sexual y la penetración.
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