martes, 28 de junio de 2016

EL AZAR


Como en casi todo juego, aparte de la destreza de los jugadores, el azar juega un papel fundamental. Con un dado, a elegir por los protagonistas o integrantes de la pareja, van a elegir quien será el actor. Si al lanzarlo sale un número impar, el actor será el hombre. Si sale par, el actor será la mujer, quedando siempre el otro miembro de la pareja como el juez.
A continuación, con el otro dado, el azar nuevamente designará cuál de los diez personajes debe representar el actor.
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martes, 21 de junio de 2016

Esto es lo que ocurre con tu cuerpo cuando no tienes relaciones sexuales en un mes

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la sexualidad como un aspecto central del ser humano. En este sentido, Rosa Sanz, sexóloga y educadora afectivo sexual, considera que “no tener un bienestar sexual puede afectar el estado anímico, incluso a la autoestima”. Aunque reconoce que no a todos los pacientes les afecta por igual, puesto que la experiencia sexual y la forma de vivirla dependen de cada uno de ellos. Hay incluso quiénes renuncian al contacto íntimo para siempre. "Pero lo cierto es que la abstinencia no deseada puede tener un efecto visible en el día a día”, insiste.
En este sentido, Froilán Sánchez, coordinador del grupo de Salud Sexual de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), afirma que la abstinencia sexual no deseada “repercute desde el punto de vista psíquico y físico, altera la salud y también el estado de ánimo”. Si bien el experto matiza que tampoco se trata de lanzar el mensaje a la gente de que deben tener relaciones aunque no les apetezca, "lo que está claro en la práctica clínica es que esa carencia repercute en la salud de quienes desean mantener relaciones sexuales pero no pueden practicarlas”.
Sánchez informa de que dejar de tener relaciones sexuales, “por normal general, tiene efectos sobre la percepción de nuestra imagen y nuestra autoestima, lo que puede llevar a que nos descuidemos, disminuya nuestra actividad física o comamos peor”. Como última consecuencia, descuidar la dieta, ver demasiada televisión o el estrés postraumático se vinculan a la obesidad y sus enfermedades derivadas.
Por otra parte, no hay que olvidar que la sexualidad es una parte vital de nosotros mismos y que además tiene muchos efectos demostrados en nuestro bienestar. De hecho, existen investigaciones que relacionan una vida sexual satisfactoria con una mayor longevidad o que incluso apuntan que las relaciones sexuales frecuentes (dos veces por semana o más) están asociadas con una menor incidencia de eventos coronarios fatales, así como con una mayor delgadez. Y aunque la felicidad que aporta el sexo tiene un límite (con una vez por semana parece suficiente, según las últimas investigaciones), se sabe que durante el orgasmo producimos un volumen de oxitocina y de endorfinas que nos ayudan a conciliar el sueño o a reducir nuestros niveles de estrés. Toda una fuente de beneficios que, sin embargo, también se pueden obtener en solitario.
¿Dónde está entonces el verdadero fastidio de que pasen los días sin un compañero de cama? En la autoestima y la necesidad de sentirse deseado. Sánchez recuerda que la abstinencia sexual “no solo afecta a la actividad física, sino que también conlleva dificultades de comunicación y cuestiones afectivas con nuestra pareja. Muchos trastornos del estado de ánimo se deben a una dificultad en la sexualidad, y esto es algo que simplemente influye directamente en la calidad de vida”. No son hormonas, son sentimientos.
Como en otros muchos aspectos de la vida, es difícil generalizar respecto a cómo el sexo, o la ausencia del mismo, repercute en nuestras vidas, porque dependerá directamente de las múltiples circunstancias de cada individuo, tales como la fortaleza mental, la autoestima de base, cómo desarrolle su autoerotismo y sobre todo cómo era su sexualidad antes de que apareciera este periodo de abstinencia. Sánchez pone un ejemplo muy sencillo para entenderlo: “Una persona que hace veinte minutos de ejercicio cada día lleva muy mal de pronto dejar de practicar esa actividad deportiva. En la sexualidad, el efecto es mayor, pero todo depende del nivel de deseo o la frecuencia de relaciones de cada uno”. En efecto: cuanto más practiquemos, más querremos. Por este motivo es muy difícil cifrar en un mes o un trimestre el tiempo en el que esta abstinencia comienza a hace mella en la salud física y mental, puesto que dependerá de la sexualidad previa de cada persona.
En cuanto a cómo suele ser este proceso de privación involuntaria del sexo, el médico de SEMERGEN detalla: "Lo habitual es que se pase por una etapa en la que uno se va acostumbrando a esa carencia, pero si esta no desaparece, al final la persona se resiente, y aparece un trastorno adaptativo por esta situación que cuesta superar”. De hecho, suele ser paradigmático que las personas que pasan por este periodo de abstinencia sexual, una vez que vuelven a tener la oportunidad de retomar relaciones, se muestran más cohibidos, por normal general, debido a esa disminución progresiva de la autoestima. No se preocupen: es reversible.

Fuente: diariocorreo
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martes, 14 de junio de 2016

EL LUGAR

Inicialmente es el actor quien elegirá el emplazamiento donde tendrá lugar la representación, dependiendo del que considere, de sus recursos y teniendo en cuenta el personaje que deba interpretar. Este puede ser el dormitorio, la bañera o la ducha, la cocina, la mesa, el sofá, el patio o el balcón, en el suelo, en el garaje o el trastero...
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Si hace tiempo que no tienen sexo, esta puede ser la razón

La sexóloga y terapeuta de pareja, Constanza del Rosario, enumera según su experiencia en consulta, las razones más comunes por las que muchas parejas dejan tener relaciones sexuales. Sin embargo, para ella, todas estas tienen solución en la medida que se es consciente de que existe un problema.
1) Problemas de comunicación que dan pie a un distanciamiento emocional y sexual. Estos están teñidos en un principio por dinámicas de peleas donde una de las partes se queja, critica o insiste en hablar y la otra no escucha, se cierra o se aleja. Dinámica que por agotamiento puede llevar a que no hablen más allá de lo necesario como una estrategia de evitar el conflicto pero que solo termina por agravarlo al sentirse solos y desconectados.
2) Estar deprimido o muy estresado, en ambos casos nuestros conflictos y preocupaciones nos hacen estar introvertidos más de la cuenta y aislados de nuestra pareja. Raptados por nuestra mente, nos desconectamos de nuestro cuerpo y de nuestra capacidad para percibir sensaciones agradables y placenteras. Asimismo, la negatividad y la sensación de agotamiento crónico hacen más complejo el panorama.
3) Excesivo enfoque en los niños, que dificulta abandonar el "rol de mamá o de papá" para ser seres autónomos y pareja. Estar constantemente conectados a los hijos disminuye la lívido, porque las labores de cuidado implican una postergación que resulta antiafrodisíacas, ya que el deseo tiene más que ver con lo que yo quiero, que con satisfacer a alguien más.
4) Hacer del trabajo la prioridad número uno, lo que hace sentir a la pareja poco importante, desatendida, no seducida y muchas veces "usada". Esto acarrea rabia y resentimiento del tipo "no voy a premiar a quien no me pesca" o "no me motiva tener sexo con alguien que no le intereso".
5) Expectativas negativas asociadas a la actividad sexual, que pueden ser el resultado de la presencia de otro trastorno sexual o conducta erótica que cause dolor, inseguridad, reproches, rabia, frustración. Por lo que se comienza a pensar en la sexualidad como algo desmotivante causa de conflictos de pareja o molestia personal por lo que se intenta evitarlo.
6) Comodidad y pereza, al tener a la pareja "segura" se cree ya "está hecha la pega" y espera que el otro sea el que "me prenda" cuando poco hago para motivarme y motivar a mi pareja a salir de la rutina y crear un ambiente pro intimidad sexual, lo que poco a poco hace que el sexo desaparezca. Y como otras áreas de la relación van bien, muchos ni intentan cambiar este estado de letargo.

Algunas cosas que hacen las parejas para alimentar diariamente su deseo, según la experta @Consdelrosario son:


  1. En situaciones sociales se detienen a observar, con agrado, cómo su pareja es deseada por más personas, admirar la atracción que la pareja provoca y sentirla como una persona autónoma y libre, motiva a desearle y poseerle para "marcar territorio".
  2. De tanto en tanto, salen de las rutinas sexuales "seguras" y que garantizan satisfacción e intentan ir más allá para descubrir nuevas zonas placenteras o proponer nuevos juegos que eleven las sensaciones.
  3. Juegan con los límites, por ejemplo, tocándose o acariciándose sensualmente en lugares públicos como el cine, camino a casa en el auto, por debajo de una mesa, alentando la pasión con la adrenalina que provoca el "estar haciendo algo indebido".


Fuente: Nueva Mujer
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martes, 7 de junio de 2016

MATERIALES

En “El juego” utilizaremos básicamente dos dados de diez caras cada uno. Uno es rojo, el color para la mujer, y otro es azul, el color para el hombre. Las parejas homosexuales deberían decidir cuál es para cada miembro.
También podremos utilizar todos aquellos otros materiales que el actor considere o estén a su alcance para realizar su interpretación, como perfumes, ambientadores, incienso, velas, música, aceites, cremas, cubitos, plumas o antifaces para trabajar los sentidos del olfato, el oído o el tacto; espejos, revistas, fotografías, vídeos, cámara, ordenador o televisor, para trabajar la excitación mediante la vista y las imágenes; helados, nata, frutas u otros comidas para experimentar y disfrutar con el sentido del gusto; maquillaje, pelucas, disfraces, ropa o lencería, para la caracterización del personaje; juguetes sexuales como muñecas hinchables, consoladores, anillos vibradores, bolas chinas, dilatadores, preservativos, lubricantes... para experimentar distintas maneras de placer; u otros materiales diversos como muebles, esposas, cuerdas, pañuelos, guantes, cera depilatoria, maquinilla de depilar, maquinillas de afeitar, espuma, lápiz, hojas, libros, tablas de registro o diario, etc. Con los que dar lugar a cualquier otro propósito.
Es el actor quien decide si harán uso de los materiales uno o los dos protagonistas. Igualmente, si el actor lo decide así, puede ir a abastecerse de todo lo necesario con la pareja o con un ayudante, para crear de esta manera un mayor estado de excitación para él o para la pareja.
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