martes, 12 de enero de 2016

El mejor afrodisíaco no son los mariscos sino el amor

“El mejor afrodisíaco no son los mariscos sino el amor”, reza una conocida canción de Ricardo Arjona. Nada más cierto.
Sin embargo, desde tiempos remotos, el hombre ha buscado y sigue buscando encontrar la pócima mágica que le permita aumentar el deseo sexual y mejorar el goce erótico, en algunos casos a través de productos químicos, en otros con alimentos denominados afrodisíacos, a los que se les atribuyen estas bondades. También se habla de bebidas y fragancias, recomendaciones que en su mayoría no tienen sustento científico, sólo experimental, y en otros obedecen a tradiciones ancestrales, creencias populares. Muchos aseguran que su consumo les da resultado, pero esto parece estar más ligado a un aspecto mental que físico. 
Cuando las parejas hablan de pérdida de la pasión o del deseo sexual, procuran la solución tomando pastillas milagrosas, bebiendo pócimas, pero el tema no es tan fácil.
La sexualidad no debe ser un acto mecánico o algo que se enciende con un botón, debe ser un encuentro entre dos personas, que desean estar juntas a través de una expresión de cariño y una comunicación interpersonal, en la que el deseo de estar juntos no debe estar ausente.  
El deseo y el amor resultan en la práctica el más eficiente afrodisíaco. “Es difícil irnos a la cama y obtener placer si no tenemos deseo de estar con esa persona. En consecuencia podemos afirmar que no hay mejor afrodisíaco que el deseo y el amor”.
Los problemas del hogar, de la calle, del trabajo, la crianza de los hijos, el trabajo, la escasez de recursos y la hostilidad del medio ambiente impiden que el amor  tenga su tiempo, como en el noviazgo, mitigando el deseo. Sin embargo, la pareja debe proponerse estar juntos en la intimidad, regalarse un tiempo para ambos, para escucharse, acariciarse, mirarse, olerse. Mejor aún si hay alguna fecha especial que celebrar como el cumpleaños de él o ella para decirle: “Feliz cumpleaños mi  amor”, y tener un lindo detalle, ya que lo recomendable es mantener vivo el deseo y amor puro en una pareja.

Fuente: la República.pe